Girona en un día

La ciudad de Girona constituye un lugar perfecto para realizar una escapada breve y disfrutar de su patrimonio cultural e histórico. La ciudad se ha puesto también en el punto de mira de muchos seguidores de la serie Juego de Tronos porque algunas de las localizaciones de dicha serie se sitúan en ella. Su barrio antiguo, con la Catedral, la judería, la muralla y otros elementos de interés constituyen algunos de los focos de atención de Girona, donde la pintoresca imagen de las coloridas casas que cuelgan sobre el río Onyar es lo primero que nos viene a la mente al pensar en la capital de la comarca del Gironés.  Aquí os propongo una visita pensada para conocer la ciudad en un día.

Partiendo del parking que hallamos en la calle José Canalejas, junto al parque de la Devesa, tomaremos dirección hacia el puente por el que transcurren las vías del tren hasta encontrar el puente de Sant Feliu, que cruza el río Onyar y comunica con la plaza de Sant Feliu. Desde ahí observaremos una bonita panorámica con la iglesia de Sant Feliu y la Catedral de fondo, y las famosas y coloridas casas del Onyar en primer plano. Entraremos en el casco histórico de Girona a través de este puente y nos encaminaremos hacia la calle de Calderers. Allí encontraremos uno de los emblemas de la ciudad: la estatua de la lleona, a la que según la leyenda hay que besar el culo para poder volver a Girona, es de piedra calcárea y data del siglo XII. Sin embargo la original se halla en el Museo de Arte de Girona y la que vemos en la calle es una réplica.

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En la plaza hallaremos también la basílica de Sant Feliu, que se cree que fue construida donde se hallaba una iglesia paleocristiana, junto a una calzada romana. Tuvo funciones catedralicias durante la ocupación musulmana de Girona, ya que la catedral fue reconvertida en mezquita y tras la reconquista por parte de los francos en el siglo VIII quedó ligada a la Seo. Al estar fuera de las murallas de la ciudad, la basílica fue fortificada y su máximo desarrollo arquitectónico se produjo entre los siglos XII y XVI. De su origen como iglesia románica mantiene la planta y algún elemento de la cabecera, mientras que el resto es de carácter gótico y se edificó a partir del XIV, si bien su fachada recoge elementos barrocos.

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Continuamos por la calle Pou Rodó hasta encontrar a la izquierda la calle Portal de la Barca, que seguiremos para luego girar a la izquierda hacia la Pujada del Rei Martí. A continuación seguiremos a la derecha por Francesc Samsó y a la derecha en Ferran el Catòlic. Nos encontraremos con una escaleras que deberemos ascender y hallaremos nuestra siguiente parada a la derecha: los baños árabes. Se trata de una singular construcción románica (s. XII) inspirada en los baños romanos, cuyos elementos más destacados son la estancia de la entrada, destinada a vestuario y sala de descanso ,y cubierta con una bóveda anular. Igualmente, la cúpula que se asienta  sobre finas columnas y capiteles bellamente ornamentados sobre la piscina central.

 

 
Desde la calle Rei Ferran el Catòlic accedemos al paseo de la Reina Joana, donde hallaremos unas escaleras que descenderemos para encontrar la calle Sant Cristòfol. En el cruce con la calle dels Alemanys, giraremos a la izquierda y llegaremos hasta las murallas.
 

Seguimos por Els Alemanys hacia la plaza de Sant Domènec, donde veremos unas escaleras que descienden por Pujada de Sant Domènec hasta alcanzar el Carrer dels Ciutadans, que nos conducirá directamente hasta la emblemática Plaça del Vi situada en la confluencia de los antiguos caminos de Barcelona y de Sant Feliu de Guíxols. Es de planta rectangular y alberga edificios de carácter señorial. Su característica principal son sus porches de arcos de medio punto. El conjunto forma parte del Inventari del Patrimoni Arquitectònic de Catalunya, al igual que algunos de los edificios de la zona individualmente. 

 

Tras cruzar la alargada plaza, a la derecha veremos el Pont de Pedra, que cruza el Río Onyar. Pasaremos nuevamente al otro lado del río para girar a la derecha y pasear por la calle de Santa Clara, lo que nos permitirá descubrir la panorámica de las populares Casas del Onyar. Reflejando sus coloridas fachadas posteriores en el río, las Casas del Onyar nos ubican ante el antiguo barrio judio y forman parte también del Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Cataluña. Se caracterizan por sus fachadas en voladizo sobre el río. Ocupan el lugar en que antaño se ubicó una tramo de muralla y son uno de los emblemas de la ciudad.
Junto a ellas encontramos también uno de los puentes más afamados de Girona, el de las Peixateries Velles, que reconocemos por su estructura de celosía de color rojo y que es otra de las obras que la empresa del afamado ingeniero francés Gustave Eiffel construyó por todo el mundo. Data del año 1877.
 
Cruzamos el Pont de les Peixateries Velles, a través del cual regresaremos nuevamente al casco viejo para seguir la ruta por la Rambla de la Llibertat, principal eje comercial de la ciudad; la calle de lArgenteria y la de Bonaventura Carreras i Peralta, lo que nos hará recorrer El Call o antigua judería.
 
Desde ahí seguiremos por la angosta calle de la Força, que nos traslada a la época medieval y que nos conduce directos hasta las impresionantes escaleras de acceso a la Catedral de Girona. La hallamos en el punto más alto de la ciudad y se caracteriza por tener la nave gótica más ancha del mundo, con una anchura total de 22,98 metros. Su construcción se inició en el siglo XI en estilo románico, prosiguió en el siglo XIII incorporando el gótico y conservando del anterior estilo tan solo el claustro y la torre de la misma época que data de 1040. Su construcción concluyó en el siglo XVIII. De ahí el eclecticismo de su estética. Está catalogada como Bien de Interés Cultural y es uno de los referentes de la visita a la ciudad, especialmente desde que una de las escenas más famosas de la serie Juego de Tronos se rodó en su amplia y elevada escalinata. A su lado se encuentra el antiguo Palacio episcopal, actualmente sededel Museo de Arte de Girona.

A partir de ese punto podemos callejear por el casco histórico o bien regresar a la otra orilla del Onyar cruzando el Pont d’en Gómez para visitar la plaza de la  Independencia. Para ello, desde la Catedral, seguiremos por la calle de la Força hasta dar nuevamente con la basílica de Sant Feliu, que dejaremos a nuestra derecha, tomando la Pujada de Sant Feliu hacia la izquierda, llegando al Museo de Historia de Girona frente al cual hallaremos el túnel que da acceso al Pont d’en Gómez. Al otro lado del río, giraremos a la izquierda en el Paseo José Canalejas hasta alcanzar nuestro destino.

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